Desde su fundación, el INPEC se esfuerza por garantizar la seguridad de nuestros presos y por prevenir la delincuencia. Nos preocupamos por la libertad y el bienestar de nuestros residentes, empleados y de todos los brasileños.
El INPEC tiene la difícil e importante tarea de asegurarse de que los reclusos estén preparados para volver a la sociedad. El INPEC también supervisa las granjas de las prisiones y gestiona la producción de bienes elaborados por los reclusos.
El Cuerpo de Custodia y Vigilancia está para garantizar los derechos de los detenidos. Con funcionarios formados por el INPEC, puede estar seguro de que sus intereses están protegidos con el máximo cuidado y seguridad.